Te gusta salir a correr, probablemente es tu manera favorita de mantenerte en forma y poder comer tranquilo todo lo que te gusta. No importa si lo haces de vez en cuando o eres de los que tienen una rutina muy estricta, sabes que cada vez que sales a correr es distinta, ya sea por el clima, por tu cantidad de energía o incluso la ropa que traes puesta. Es verdad que correr es maravilloso, pero si llevas un tiempo haciéndolo de seguro te vas a identificar con estas experiencias:
1. La experiencia de correr sin querer hacerlo
Es cierto que te gusta correr, pero a veces simplemente no quieres hacerlo. Puede ser porque estás cansado o también porque hace frío, la verdad es que razones para no trotar te sobran… Pero lo importante es que lo haces de todas formas y eso sí que demuestra tu compromiso.
2. La experiencia de correr a pesar de que tienes muchas cosas que hacer
Tienes que estar al otro lado de la ciudad en menos de una hora, te llaman por teléfono mientras estás disfrutando de tu lista de música especial para correr y tienes mil cosas en la cabeza, pero sabes que correr te da tranquilidad. Incluso a veces es tu prioridad.
3. La experiencia de salir a correr y cuestionar toda tu vida
Estás corriendo y de repente te encuentras solo con todos tus pensamientos. Cuestionas todas tus decisiones en la vida e incluso el hecho de estar trotando en ese momento, pero lo bueno es que con el tiempo logras controlarlo y aprovechar esos momentos para pensar con calma.
4. La experiencia de salir a correr con alguien más
Definitivamente es muy extraño. No sabes si esperarlo cuando se queda atrás, de repente no caben juntos por el camino, tienen ritmos completamente distintos… Pero al menos se divierten juntos. Aunque lo mejor es tener un compañero para correr juntos por siempre.
5. La experiencia de correr totalmente enojado
Sales a correr con algo en la cabeza que no te deja tranquilo y te das cuenta que en verdad… ESTÁS ENOJADO. Ocupas toda tu rabia para alcanzar la máxima velocidad y resistencia, maldiciendo a quien sea el culpable de tu enojo y cuando terminas, se siente como una gran catarsis.
6. La experiencia de salir a correr y perderte en el camino
Cuando trotas siempre por el mismo camino todo se vuelve bastante aburrido, por ese de vez en cuando has intentado probar rutas nuevas y definitivamente te has perdido. Empezaste tomando una calle diferente y lo próximo que sabes es que estás en un bosque que ni sabías que existía.
7. La experiencia de correr y sentirte completamente sensual
Puede que correr sea una forma de mantenerte saludable, pero sabes que alguna vez te has sentido un poco más sexy de lo que generalmente reconoces. El sudor, el esfuerzo, la ropa un poco reveladora… Es imposible negar la sensualidad de un runner con experiencia.
8. La experiencia de correr sabiendo que te comerás todo cuando termines
Pensar en el premio que vas a darte después de tanto esfuerzo es siempre una buena motivación para correr feliz. A fin de cuentas la pizza, helados y pasteles que te esperan en casa, son proteínas (con un poco de grasa) para tener más energía.
9. La experiencia de trotar con todo el cuerpo adolorido
Cuando te exiges mucho tu cuerpo reacciona. Pero cuando eres un runner sabes que tu cuerpo reacciona de la peor forma, porque sientes como si estuvieras desarmándote cada vez que das un paso. Salir a correr de todas formas más que un logro, es un verdadero sacrificio.
10. La experiencia de correr sintiéndote lo mejor
Cuando trotas tu cuerpo se llena de energía a pesar de terminar cansado, llegas a tus objetivos y las veces que logras hacerlo sin ningún problema te sientes en el cielo. Eres capaz de todo, porque eres un verdadero runner y te estás orgulloso de tu esfuerzo.
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